… qué gran lectura, no mames, creo que a diferencia de We all should be feminist, que fue el libro que leí, este enserio mejora en el aspecto que la anterior no. Y es que tiene algo más sustancial que leer y tiene un mayor transfondo en general en el tema.
No voy a negar, que las primeras páginas pensé que iba a ser un Memorial del Convento, porque Woolf tiene una forma tan intensa e interesante que escribir, en el que describe todo con una elegancia y con tanto detalle que te empiezas a marear si no prestas la atención suficiente. Sin embargo, mientras más lees, mientras más entiendes el mensaje que te quiere dar es mucho más fácil que puedas leer con la fluidez y entendimiento que se espera.
Y es que sí, su forma de escritura creo que es algo que de verdad tienes que admirar, te guste o no el tema (no estoy diciendo que no me guste). Porque con el mismo se nota lo especial que es la mente de Woolf, porque sus mismas palabras ya que te sumerjes en ellas, simplemente te da fluir bien intenso.
Pero en fin, lo importante, lo que está hablando en el ensayo. Una de las primeras cosas que pensé y de lo que recordé, fue algo que llegamos a discutir en su tiempo. Y es como muchos piensan que alcanzar una igualdad o inclusión es fácil, pero la realidad es otra. Y esto se debe a que lamentablemente los puestos de poder, que también deberían ser ocupados por mujeres, no lo están siendo porque esos hombres que están ahora ahí sigue usando sus influencias y poder para que sólo otros hombres lo sigan ocupando. Y después se crea esta normalización social de lo que se espera de las personas en ese puesto de poder. Lo que lleva ahora esta sociedad patriarcal piense que sólo pueden ocuparlos esos hombres blancos acaudalados, que si eres pobre o no estuviste en una buena universidad o eres mujer, no mereces ese puesto.
Y ahora sí, me recuerda a lo que discutíamos, que aunque a veces se vea como algo de una ética dudosa, el exigir que tenga que haber una cierta cantidad de mujeres en poder. No reduce la calidad de la persona que va a terminar en el puesto. Sino, pienso yo, que esto permite que se cree un efecto dominó en que toda la línea para que una mujer llegue a ese puesto, mejore. Van a abrir la puerta a que más mujeres estudien, a que las mismas mujeres se motiven sólo por sus estudios así como lo haría un hombre. Y que en el mundo laboral, ella no deba esforzarse más para conseguir los recursos para hacer bien su trabajo o, tan sólo que se le recompense mejor que a sus compañeros hombres.
Porque algo que menciona Woolf creo que es muy importante recordar, y es que el dinero y las cosas materiales son importantes. Porque esas cosas materiales son las que le dan poder a la mujer. El poder de forjar su destino y si quiere, dejar a un lado esos estigmas sociales de lo que se espera de una mujer.
Porque sin poder, es completamente limitado lo que el humano puede lograr en este mundo impulsado por avaricia en forma de dinero. Bien postulado por la pirámide de Max (?), en la cual se menciona que si se desea que el humano sea de verdad productivo, se debe resolver primero las necesidades básicas y sentirse seguro. Y sin dinero eso no es posible.
Sin embargo, creo que en el caso de las mujeres, esto no es posible ni siquiera con dinero. Porque las mujeres nunca se sienten seguras. Constantemente son juzgadas por su supuesto valor. Valor juzgado puramente por estándares impuesto por otros hombres. Lo cual hace, que lo quiera uno o no, la mujer se sienta insegura por cosas tan frívolas como: “Qué pensaran de mí si uso esto u otro?”. Y esto sin mencionar el impacto que puede tener que alguien quiera tener un deseo fuera de la norma que se espera de una mujer. Deseos como aspirar a algo más que el matrimonio, vivir una sexual activa o igual que como los hombres de antaño: vivir como nómada por el mundo.
Personalmente, creo que en lo personal va a llegar un punto en donde ya tendré dinero suficiente como para escapar de la vida. Y algo que pensé durante el ensayo, es que sí, siempre pensé que eso era posible, pero será posible para una mujer. Hacerlo, sobretodo sin el miedo de qué diran las personas que dejan atrás, las personas que esperaban que sentara cabeza y formara una familia. Y creo que ahí es cuando notas aún más tu privilegio. Y es que puedes pensar en sueños más locos, sin miedo que si de verdad es posible. Porque esa sociedad invisibles que siempre te juzga en mi caso sí me lo permite, y me atrevería decir que hasta lo celebraría. Pero si hubiese nacido con vagina en lugar de pene, no estoy seguro que así fuese el caso.