Honestamente, iba medio sesgado por el nada sutil título y esperaba que no me gustara. Sin embargo a los pocos párrafos puedes sentir el propósito y emoción que quería transmitir García Márquez.
Y creo que es una narración muy interesante que postúla el miedo más grande que muchos llegan a tener: la vejez. Siento sobretodo porque estos que temen a la vejez, temen más otras cosas: la muerte y la mediocridad. Creo que es obvio que se entiende por qué la muerte está relacionada con la vejez, pero la mediocridad es un poco más abstracto. Creo yo, que se relacionan, porque cuando uno llega a la vejez, llega consigo el prejuicio que uno ya no podrá hacer lo mismo que antes, que se verá atado a las consecuencias de la vida que dejó atras en su juventud. Por lo que si llegas a este punto de la vida lo mejor es que no hayas sido mediocre. Es decir, que se espera que hayas acaudalado recursos para disfrutar ahora sí tu vida, que estés rodeado de gente que te ama y que tengas la salud y energía para ahora sí vivir la vida. De lo contrario, sólo llegas a la vejez como un mediocre. Eso es lo que creo que temen muchas personas.
Al mismo tiempo, me recuerda lo efímera que es la vida y las consecuencias que no actuar a su tiempo puede ocasionar en tu futuro. Tan sólo en esta historia el protagonista se ve como un solitario, que llega a su vejez sin amor ni propósito. Sin embargo, en su vida se presentaron más de una oportunidad al menos para amor, y una muy obvia. Sin embargo, la rechazó y huyó de eso. Creo que es algo que muchas veces hacemos sin pensar, esperamos algo mejor diciendo que aún quedan muchos años por delante, pero quizás en esos años aún no encontremos aquello que creemos que nos corresponde.
Sin embargo, creo que es interesante que lo único que define que de verdad ya se nos acabó el tiempo, es la muerte. No la vejez. Y esta tésis se ve en la historia. En la que a sus 90 años, un anciano por fin encontró el amor, en las manos de una puta de 14 años. Y aunque hay muchos conflictos morales en esa idea, creo que hay una verdad que nadie puede negar, el amor existe y florece aún en los momentos que uno menos se lo espera.
Y creo que el amor que postulan en este caso es interesante, porque no es un amor joven, porque no se me ocurre mejor palabra. Sino que el erotismo de la relación va más allá de los actos carnales o tan siquiera va más allá del intercambio de ideas. Y esto es algo que muchos pensamos que tenemos que tener siempre con nuestras parejas para de verdad enamorarnos. Una relación de ideas que sean compatibles. Pero aquí ambos personajes eran completamente distintos y aún así, al final se da la idea que hay un amor que existe entre ambos.
Esta lectura también me hizo recordar mis ideas que tengo sobre mi vejez, y es que no quiero tener una. Creo que en mi caso es por ese miedo a la mediocridad que mencioné. Mi idea es que al llegar a mi edad de jubilación buscar hacerme una eutanasia. No quiero sentirme una carga, no quiero esperar hasta dejar de trabajar para de verdad vivir, no quiero llegar a un punto en donde yo mismo ya no me pueda cuidar.
Y creo que este último miedo, es algo que se recalcó ahora más que estuve con mi abuela. Ella este último año ha tenido un desgaste de salud notorio, y le ha pegado mucho sobretodo en su salud mental. Que siente que ya no puede hacer nada y todos le tienen que ayudar. Y es difícil también para uno, recordar tan sólo hace 2 años. Que podía hablar con completa consciencia y noción de lo que había pasado ese mismo día y caminar plenamente sin problemas. A olvidar lo que hace el mismo día, perder el hilo de las conversaciones y tener que apoyarse de un bastón para moverse en lo más mínimo. No quería admitirlo pero sí me dolió ver que alguen que considero más fuerte que yo, también llega a ese punto en la vida. Y no quiero lleagar a sentirme así cuando llegue a su edad, aunque honestamente lo más probable es que sea antes. Y creo que en mi caso sobretodo porque no sé si va a haber alguien que me pueda ayudar.