The bell jar

Depresión

Hay veces que me pregunto si será verdad que otros sienten la depresión, tristeza y desesperación que yo a veces he llegado a sentir en mi vida. Porque al fin y al cabo este es un sentimiento que te suele aislar del mundo. Y te hace pensar que eres la única persona que mereces este dolor y sufrimiento, por haber cometido un error o lo que sea. Creo, que nunca había sentido que alguien más reciprocara con este sentimiento como Plath.

La forma en la que maneja la estructura de su lenguaje, sólo me recuerda a como yo sentía que mis pensamientos se creaban en mi peor estado:

Siento que hasta la fecha no hay mejor representación literaria de lo que es estar completamente sumergido en ese torbellino de depresión. Porque de inicio a fin, se siente como Plath sigue siendo la misma. Se siente como ese bell jar, persiste en su mente y ella lo sabe. Que en cualquier momento podrá volver.

Vida de mujer

Dejando al lado el tema de la depresión, creo que también fue interesante cómo la vida de una mujer en los 50s y 60s, no ha cambiado mucho aunque muchos quisieran pensar que sí.

Claro, hay más derechos y libertades para las mujeres en teoría. Pero al mismo tiempo es notorio que muchos de los problemas del patriarcado que presenta Plath, sigue siendo una realidad hoy en día:

Algo que pensé, sobretodo al final, es que nunca te pregunté si sí estuviste bien y a salvo en la ocasión en que perdiste tu virginidad. Claro, me dijiste que lamentablemente no te viniste. Pero debi haber preguntado si te sentiste segura, si te dolió, si sangraste. Yo quiero pensar que no fue así, porque sino me hubieras dicho, pero creo que también lo hubieras omitido para no preocuparme o porque tu mente estaba más en “¿Cómo va a tomar la noticia?”.